miércoles, 4 de junio de 2014
miércoles, 5 de febrero de 2014
JUEGOS SOBRE RECICLAJE Y CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE
JUEGOS PARA LOS MAYORES
ECOCIUDAD
RECICLA VIDRIO
Los alumnos podrán, a través de decenas de juegos y actividades, tomar conciencia de la importancia del simple gesto cotidiano de depositar su papel usado en una ecopapelera para que pueda ser reciclado, contribuyendo a la mejora del medio ambiente y al desarrollo sostenible.
http://www.tupapelesimportante.com/index.asp?MP=2
Encontrarás respuestas a preguntas como: ¿qué es el efecto invernadero? ¿qué le ocurre a la capa de ozono? ¿por qué hay especies en extinción? ¿qué es un ecosistema? ¿porqué debemos reducir, reusar y reciclar? ¿qué significa desarrollo sustentable? ¿qué dice la Agenda 21? ¿qué ocurrió en Chernobyl?http://www.ecopibes.com/juegos/index.html
JUEGOS PARA LOS MÁS PEQUEÑOS
domingo, 2 de febrero de 2014
10 REGLAS DE ORO PARA RECICLAR
10 reglas de oro para reciclar.
1 - Lo primero: conoce tu basura
2 - La regla de las 3 “r”: Reducir, reutilizar, y reciclar
3 - Separar en el hogar es el primer paso
4 - La separación, ¿una cuestión de espacio en nuestras cocinas?
5 - ¿Qué depositar en cada contenedor?, una cuestión de “colores”
6 - La recogida selectiva, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿quién?
7 - Y después ¿qué?
8 - Un gesto fácil que permite dar una nueva vida a los envases
9 - No cometas errores. “ Cada envase en su contenedor “
10 - Recuerda: “Si se mezclan los residuos, se echa a perder el esfuerzo de todos”
1 – Lo primero: conoce tu basura
Estamos equivocados si pensamos que todo
lo que depositamos en los vertederos es basura. De los cerca de 20
millones de toneladas de residuos urbanos que se generan anualmente en
nuestras ciudades más del 65% puede ser reciclable en nuevos usos.
¿Has pensado alguna vez cómo se
distribuye el contenido de la basura que generamos en nuestras
ciudades?. Las cifras demuestran que más de un 42% en peso es basura
orgánica, cerca de un 25,5% son restos de otros materiales (textiles,
restos de jardín, celulosas…), y el 32,5% son envases. De éstos, el 6%
son envases de plástico, latas y briks, el 5,5% papeles y/o cartones, el
8% envases de vidrio y el 13% restante son envases no domésticos
procedentes de comercios, hostelería, oficinas…
En nuestros hogares, por ejemplo, el cubo de basura contiene todos estos materiales:
Los envases ligeros, es decir, los envases de plástico, latas y briks, representan en torno al 6%.
El papel y el cartón doméstico, como
cajas de zapatos, de galletas, periódicos, revistas, cuadernos,…,
suponen alrededor del 5,5%. Por este motivo, es aconsejable que todas
las cajas y envases de cartón estén plegados para aprovechar mejor el
espacio.
El vidrio representa aproximadamente el 8%.
La materia orgánica, como restos de comida, de frutas, pañales…, supone cerca del 42%.
Por último, aproximadamente el 25,5%
corresponde al resto de objetos, tales como juguetes, zapatos, textiles,
objetos de higiene personal, restos de poda o jardín, madera, …Además, nos podemos encontrar en nuestros hogares con numerosos residuos que por su naturaleza, tamaño, etc., requieren un tratamiento especial. Estamos hablando de la lavadora que ya no funciona, la vieja silla o la mesa que acabamos de cambiar. Estos materiales debemos llevarlos a los Puntos Limpios, instalaciones municipales donde se depositan estos residuos, o preguntar si tu Ayuntamiento dispone de un sistema de recogida de estos materiales.
2- La regla de las 3 “R”: Reducir, Reutilizar, y Reciclar
Reducir la cantidad de residuos que
generamos en nuestros hogares, porque los recursos naturales no son
inagotables. Reutilizar, porque el “usar y tirar” es caro para todos y,
sobre todo, para el medio ambiente (esto ayudará a generar menos
basura). Además, cuantos más objetos volvamos a utilizar, menos basura
produciremos y menos recursos tendremos que gastar. Y Reciclar, porque
de esta forma renovamos un material para darle una nueva vida.
3 – Separar en el hogar es el primer paso
A la hora de separar los diferentes
residuos de envases que generamos en nuestro hogar debemos tener en
cuenta los materiales con los que están fabricados. Es decir, si son
envases de plásticos, metales, vidrio, etc., ya que según sean, irán
destinados a un contenedor u otro.
Es tan fácil como separar los envases de
plástico, las latas y los briks, por un lado; el vidrio, por otro; el
papel y cartón, por otro lado; y, finalmente, el resto de los residuos
de la basura normal.
Sólo de esta forma, y con este gesto tan
simple como separar correctamente los diferentes envases en el hogar y
depositándolos en sus contenedores correspondientes, estamos haciendo
posible que la cadena del reciclado funcione. Si mezclamos los residuos,
complicamos e incluso impedimos su reciclado y entorpecemos el proceso
de los trabajadores de las plantas de clasificación.
Alguna vez nos hemos preguntado, ¿cómo
puedo separar todos los residuos si mi cocina es muy pequeña? No es
necesario tener ningún contenedor de los que hay en las calles en tu
cocina. Ni mucho menos. En nuestras casas, aunque sean pequeñas, siempre
hay espacios libres para depositar los residuos temporalmente (¿no
bajamos la basura todos los días?, ¿por qué no aprovechamos para
depositar el resto de envases?). Sólo con tener algunas bolsas o
recipientes para cada tipo de envase es suficiente.
No es, por tanto, una cuestión de espacio, sino de compromiso de todos para que la cadena del reciclado funcione.
5 – ¿Qué depositar en cada contenedor?, una cuestión de “colores”
La colaboración de todos es fundamental
para conseguir que los residuos de envases puedan reciclarse. Para ello,
debemos separar correctamente en el hogar y depositar cada envase en su
contenedor correspondiente. Sólo así el sistema funciona. Existen
contenedores de diferentes colores para tipo de envase. Sus colores nos
pueden ayudar:
Al amarillo: Sólo los envases de
plástico, las latas y los briks (botellas de suavizante, de agua, botes
de champú, de colonia, bolsas de plástico, latas de refrescos, de
conservas, briks de zumo, de leche…). No debemos depositar aquellos
plásticos que no sean envases, como los CD’s, juguetes, perchas, tampoco
ropa, cepillos,….
Al azul: Sólo los envases de cartón (bien plegados), papel, periódicos y revistas. Por ejemplo, las cajas de cereales, las galletas, el papel de envolver, los periódicos y las revistas. Aunque pudiera parecerlo, no debemos depositar los briks, ni tampoco pañales, o papeles y cartones muy sucios.
Al azul: Sólo los envases de cartón (bien plegados), papel, periódicos y revistas. Por ejemplo, las cajas de cereales, las galletas, el papel de envolver, los periódicos y las revistas. Aunque pudiera parecerlo, no debemos depositar los briks, ni tampoco pañales, o papeles y cartones muy sucios.
Al verde: Sólo los envases de vidrio,
como los tarros, frascos o botellas. No debemos depositar los tapones o
la cerámica y el cristal, por ejemplo.
Al contenedor gris / basura normal: El resto de residuos que generamos en el hogar, como los restos de comida, etc.
Depositando los diferentes envases en los
contenedores instalados por los ayuntamientos en las vías públicas de
nuestras ciudades. Los diferentes contenedores se encuentran
habitualmente juntos para facilitarnos el proceso. Se trata de un gesto
sencillo que podemos hacer diariamente, o cuando podamos (la mayoría de
los envases no huelen), y que permite que el proceso funcione y se
recuperen los residuos.
7 – …y después ¿qué?
En la cadena del reciclado, un momento
importante tiene lugar con la recogida de los contenedores por parte de
los camiones. En la mayoría de los casos se emplea el mismo camión para
recoger diferentes tipos de residuos, pero siempre se hará en distintas
recogidas, cada una de las cuales irá a un destino concreto según el
tipo de material cargado: a las plantas de clasificación los envases
ligeros y a las plantas de tratamiento de residuos la basura normal. Es
decir, los distintos tipos de envases nunca se mezclarán entre sí, ni
con el resto de basura. Es en las plantas de clasificación donde se
seleccionan los diferentes tipos de envases según sea su naturaleza. La
selección la realizan, en parte, manualmente los empleados de cada
centro, por lo que es un motivo más para que depositemos correctamente
los envases.
Son las sociedades sin ánimo de lucro que
gestionan la recogida selectiva de envases (Ecoembes para los envases
ligeros y papel/cartón, y Ecovidrio para el vidrio) las que a través de
acuerdos con los Ayuntamientos y las CCAA financian el coste extra que
supone a los Ayuntamientos la recogida selectiva de envases respecto a
la recogida tradicional de basuras.
Los recicladores son los responsables de
convertir los envases en materias primas para su utilización en nuevos
procesos productivos. Gracias a este proceso, con los envases de
plástico se producen de nuevo bolsas de basura, fibras y textiles,
mobiliario urbano, cubos, material de construcción… Con el aluminio,
nuevas láminas y papel de aluminio para nuevas latas, pistones de
motores… Con el acero, nuevas láminas de acero, nuevos envases… Y con el
brik, separando previamente las distintas capas que lo forman, se
pueden producir nuevas bolsas y sacos de cartón kraft, entre otros.
Con el papel y el cartón se forma una pasta que constituirá la materia prima para el futuro papel o cartón. De esta forma, vuelven a nacer nuevas cajas de cartón, papel de periódicos, de embalar, papel higiénico o nuevo papel que utilizamos para escribir.
Con el papel y el cartón se forma una pasta que constituirá la materia prima para el futuro papel o cartón. De esta forma, vuelven a nacer nuevas cajas de cartón, papel de periódicos, de embalar, papel higiénico o nuevo papel que utilizamos para escribir.
Con el vidrio, una vez lavados y
clasificados se convierten en nuevas materias con las que se producirán
nuevas botellas y objetos de vidrio.
9 – No cometas errores: “Cada envase en su contenedor”
En algunos casos podemos tener dudas
sobre el contenedor donde depositar algunos tipos de envases,
especialmente los que se depositan en el contenedor amarillo, que por su
novedad y los distintos tipos de envases que admite se presta a mayor
confusión. De hecho, y según estudios realizados por Ecoembes, un 11% de
los hogares españoles deposita incorrectamente numerosos objetos de
plástico, como vídeos, cd´s…. –que no son envases- en el contenedor
amarillo (sólo envases de plástico, briks y latas), y un 5% deposita
erróneamente los briks en el contenedor azul (dedicado sólo a envases de
cartón y papel).
Por este motivo, recuerda el juego de colores y… ¡Participa en la cadena del reciclado!
10 – Y, por último, recuerda:
“Si se mezclan los residuos, se echa a perder el esfuerzo de todos”
Fuente: ECOEMBES.
martes, 28 de enero de 2014
martes, 21 de enero de 2014
sábado, 18 de enero de 2014
LA HUELLA ECOLÓGICA (H.E.)
La Huella Ecológica (H.E.)
Es
la superficie necesaria para producir los recursos consumidos por un
ciudadano medio, así como la necesaria para absorber los residuos que
genera, independientemente de la localización de éstas áreas. (Es decir,
es la porción de naturaleza que consume un ciudadano para satisfacer
sus “necesidades” y para absorber los residuos que genera). Se
produce por tanto un "déficit ecológico" cuando se consume más tierra
de la que se dispone, produciendo una huella mayor. En este caso, el
consumo se basa en la utilización de los recursos de otros territorios o
de generaciones futuras.
La
H.E. sirve para concienciarnos de que los recursos naturales no son
ilimitados. Podemos calcular la H.E. de un ciudadano medio, de un
pueblo, de una ciudad, de una región, de un país, y hasta del planeta
entero.
Según
los datos, la H.E. en Andalucía es de 4.6 ha/persona; necesitaríamos
otra Andalucía para satisfacer nuestras actuales pautas de consumo, ¿de
dónde sacamos esos recursos?
CALCULA TU HUELLA ECOLÓGICA PICANDO AQUÍ
Siete acciones contra el cambio climático que los consumidores pueden hacer
Los consumidores pueden adoptar muchas medidas para luchar contra el cambio climático y reducir su impacto ambiental y económico
- Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
- 12 de diciembre de 2011
Imagen: peter_w
La reciente Cumbre del Clima de Durban (Sudáfrica), la COP 17, ha devuelto a la actualidad mediática el cambio climático. Los países siguen sin ponerse de acuerdo para enfrentarse a este problema, que no solo afecta al medio ambiente, sino también a la economía y la salud
de todos los habitantes del planeta. Los gobiernos son los máximos
responsables de tomar medidas, pero no son los únicos que pueden y deben
comprometerse contra el cambio climático. Los consumidores pueden aplicar en su vida cotidiana diversas acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y, de paso, mejorar el medio ambiente.
Siempre que sea posible, se puede ir a pie o en bicicleta, ya sea privada o pública, convencional o eléctrica, incluso para ir a trabajar. Si se prefiere, se puede combinar con transporte público. También destaca la opción de no desplazarse, gracias al teletrabajo, o realizar los viajes de manera más ecológica para reducir las emisiones de GEI.
Los productos con etiquetas de huella de carbono (informan de cuánto CO2 se ha emitido desde su creación hasta su transformación en residuo) pueden ayudar a que el consumidor compare los datos y seleccione el de menor huella.
No derrochar energía y utilizar renovables
El consumo de energía proveniente de combustibles fósiles supone la emisión de los GEI implicados en el cambio climático. El ahorro de energía sin mermar el confort se puede lograr de muchas maneras: hacer un uso razonable de la calefacción y el aire acondicionado, aislar bien la vivienda, comprar aparatos eficientes (bombillas de bajo consumo, electrodomésticos de clase A o superior), anular los electrodomésticos con stand-by y, en general, cualquier sistema eléctrico que no se utilice, utilizar contadores inteligentes para conocer en tiempo real el consumo energético, hacer uso de una empresa de servicios energéticos (ESE) para mejorar la eficiencia y reducir el consumo de energía en los edificios, etc.El uso de energías renovables en casa evita la emisión de GEI y el gasto en combustibles fósilesEl uso de energías renovables en casa evita la emisión de GEI y el gasto en combustibles fósiles, a la vez que supone a los consumidores un ahorro de las facturas de las compañías energéticas. Las posibilidades son muy diversas: desde grandes paneles fotovoltaicos de techo a pequeños cargadores solares para cargar pilas reutilizables o el móvil, paneles solares térmicos para calentar el agua o biocombustibles para el automóvil.
Desplazarse de forma sostenible
El transporte y su consumo de energía es otro de los grandes emisores de GEI. Los consumidores pueden apostar por un modelo de movilidad más sostenible: utilizar cualquier tipo de transporte público y exigir que haya más y sea más ecológico, si se necesita el vehículo privado, elegir un modelo menos contaminante, realizar una conducción eficiente o compartir el coche y el parking.Siempre que sea posible, se puede ir a pie o en bicicleta, ya sea privada o pública, convencional o eléctrica, incluso para ir a trabajar. Si se prefiere, se puede combinar con transporte público. También destaca la opción de no desplazarse, gracias al teletrabajo, o realizar los viajes de manera más ecológica para reducir las emisiones de GEI.
Reducir, reutilizar y reciclar
La necesidad de nuevas materias primas para crear productos y su proceso de extracción, transporte, elaboración y gasto energético genera gran cantidad de GEI. Los consumidores pueden disminuir estas emisiones con las famosas tres erres:- Reducir: comprar lo imprescindible, evitar los productos de usar y tirar y priorizar los reciclados y reciclables.
- Reutilizar: aprovechar al máximo la vida útil de los productos, darles un nuevo servicio y compartir e intercambiar bienes de consumo.
- Reciclar: recoger de forma selectiva los residuos para llevarlos a los contenedores de reciclaje correspondientes. Dos datos: por cada tonelada reciclada de envases ligeros, se evita la emisión de dos toneladas de dióxido de carbono (CO2), uno de los principales GEI, o por cada kilo de papel y cartón reciclado se evitan 900 gramos de CO2. Incluso la materia orgánica se puede reciclar, tanto para compostar en casa como para valorizar en plantas de biogás.
Seguir una dieta baja en carbono
Los consumidores pueden seguir una alimentación que suponga la menor emisión de GEI posible. La dieta baja en carbono evita los productos que necesitan más energía o más recursos naturales, que se transportan desde lejos o que requieren un complejo envasado y empaquetado. No abusar de la carne y adquirir productos frescos, de temporada, locales, no envasados ni procesados, incluso producidos por el propio consumidor en pequeños huertos urbanos, es la base de esta dieta anti-cambio climático.Los productos con etiquetas de huella de carbono (informan de cuánto CO2 se ha emitido desde su creación hasta su transformación en residuo) pueden ayudar a que el consumidor compare los datos y seleccione el de menor huella.
Combatir la pérdida de bosques
Los bosques actúan como "sumideros de carbono", ya que retienen el CO2. Los consumidores pueden asumir diversas acciones para reducir la deforestación y mejorar el estado de los bosques: evitar situaciones de riesgo que puedan provocar incendios, plantar árboles, comprar productos de madera o papel certificados con el sello FSC, etc.Compensar emisiones de CO2
El Protocolo de Kyoto estableció unos objetivos para reducir la emisiones de CO2, uno de los principales causantes del cambio climático. En caso de no alcanzarlos, creó los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), un sistema para compensar las emisiones mediante la inversión en proyectos de tecnología limpia en países en desarrollo. Diversas iniciativas en Internet permiten a los consumidores calcular y compensar sus emisiones y aprender a reducirlas.Exigir y reclamar a las instituciones y empresas
Los consumidores, con sus hábitos de compra, pueden marcar a las empresas el rumbo hacia productos con una menor incidencia en el cambio climático. Como ciudadanos, pueden exigir y reclamar a las instituciones más información y educación ambiental, la puesta en acción de políticas medioambientales contra este problema y cauces de participación social. Si no se quiere hacer de forma individual, se puede participar en alguna organización ecologista. Además de en casa, los consumidores pueden ser más ecológicos en su trabajo y exigir a sus empresas que interioricen criterios de calidad ambiental. Y como padres, pueden reclamar en los colegios que se asuman iniciativas ecológicas a través de la Agenda 21 Escolar.Una pequeña acción de muchos es una gran acción
Se podría pensar que la acción de un consumidor poco o nada puede hacer
por un problema tan grande y global como el cambio climático. Sin
embargo, un pequeño gesto realizado a diario por millones de consumidores puede tener un efecto considerable. Una bombilla puede parecer insignificante, pero si todos los consumidores del mundo sustituyeran las incandescentes por bombillas de bajo consumo, la caída del uso mundial de electricidad permitiría el cierre de más de 270 centrales eléctricas de carbón de 500 megavatios (MW), según datos del Instituto norteamericano de Políticas de la Tierra.
domingo, 12 de enero de 2014
sábado, 11 de enero de 2014
Guerra al "Stand By", guerra al Power
Guerra contra el stand-by de los electrodomésticos
14 de Octubre de 2013 | twenergyactua
La tarifa de la luz ha
vuelto a subir. Por eso, cada vez hay que agudizar más el ingenio para
lograr mantener a raya nuestro consumo. Hoy queremos hablaros de los stand-by de los electrodomésticos, del consumo que suponen y cómo podemos frenarlo.
Aunque es verdad que ya tenemos mucho
más cuidado de no dejar luces encendidas cuando no las estamos
utilizando, aún tenemos pendiente la guerra contra el stand-by de los
electrodomésticos. Somos muy pocos los que nos acordamos de apagar el
interruptor de la tele, la pantalla del ordenador, impresoras o equipos
de sonido.
Pues bien, aunque te parezca mentira,
dejar esa “lucecita roja” encendida supone mucho dinero al cabo del año.
De hecho, está demostrado que en un hogar normal no apagar el stand-by
supone un 10% del consumo de los electrodomésticos. Es decir, que de
todo lo que consumen tus electrodomésticos, un 10% proviene del
stand-by. ¿Verdad que merece la pena apagarlos?
Lo cierto es que al cabo del día
utilizamos muchos electrodomésticos e ir apagando uno a uno es bastante
laborioso. Por eso, te proponemos una idea que te pondrá las cosas mucho
más fáciles y te ahorrará algunos euros en tu factura eléctrica.
¿Conoces las regletas con interruptor?
Puedes instalar una en el salón y enchufar en ella todos los
electrodomésticos que tengas en esa estancia como la televisión, el
reproductor de DVD o el equipo de música. Así, antes de irte a la cama
en lugar de apagar muchos aparatos sólo tendrás que apretar un botón, el
de la regleta.
Y lo mismo, puedes hacerlo en todas las habitaciones, especialmente si
tienes un despacho con ordenador, impresora o fax. Como ves reducir el
impacto del consumo de los electrodomésticos sobre tu factura es
bastante sencillo. Desde luego, te animamos a que instales un par de
regletas, ¡notarás el cambio en tu factura!
Más información pincha aquí
Más información pincha aquí
Suscribirse a:
Entradas (Atom)